Descubriendo el Solsonés y el Bages: Tramo 1 del Grand Tour de Cataluña

Descubriendo el Solsonés y el Bages: Tramo 1 del Grand Tour de Cataluña

El pasado septiembre tuve la suerte de volver a Cataluña para realizar parte de una ruta muy interesante: se trata del Grand Tour de Catalunya, una iniciativa de la Agencia Catalana de Turismo que propone recorrer los puntos de interés de cada una de sus provincias por carretera.
La ruta consta de cinco tramos, y yo realicé parte del primer tramo, que me llevó a descubrir las comarcas del Solsonés y el Bages, en las provincias de Lleida y Barcelona.

En este post os cuento el recorrido al detalle, con cada una de sus paradas por si os apetece tomarlo como inspiración para vuestra próxima escapada. A nosotros la ruta completa nos llevó 5 días y 4 noches, pero por supuesto podéis ajustarla a vuestros tiempos y preferencias, añadiendo o quitando paradas según os interese. Este viaje fue realizado en colaboración con Turismo de Catalunya pero, como siempre, todas las opiniones y experiencias en este post son propias y 100% honestas. ¡Vamos allá!

Este artículo puede contener algunos enlaces afiliados. Si los utilizas, me ayudarás a mantener en funcionamiento este blog sin que te cueste nada. ¡Muchas gracias por tu apoyo!

Día 1: Solsona, ciudad de gigantes

Solsona

Comenzamos nuestro viaje desde Barcelona, donde alquilamos un coche y pusimos rumbo a Solsona. El trayecto desde Barcelona dura 1h 35min con peajes (1h 50 sin peajes).

Solsona se encuentra en la provincia de Lleida, tiene alrededor de 9.000 habitantes y es la capital de la comarca del Solsonés. En la entrada a esta ciudad amurallada, el Portal del Puente, nos encontramos con nuestro guía, quien nos llevó a descubrir su casco antiguo. Comenzamos visitando la Catedral de Santa María de Solsona, de estilo gótico y construida entre los siglos XIII y XVII. Si tenéis la oportunidad, subid a la torre del campanario, las vistas de la ciudad y la cúpula de la catedral son una maravilla.

Uno de los mayores atractivos de Solsona son sus fiestas, especialmente la Fiesta Mayor, en septiembre, el Corpus Christi y el Carnaval. Tanto la Fiesta Mayor como el Carnaval cuentan con la presencia de gigantes, cabezudos, y otros personajes entrañables los cuales también podéis ver fuera de estas fechas en la Casa dels gegants de Carnaval (Carnaval) y el Quarto dels Gegants (Fiesta Mayor). ¡Me recordaron muchísimo a los gigantes y cabezudos de la Tarasca granadina!

Nosotros visitamos poco después de la Fiesta Mayor, cuando muchos solsoneses aprovechan para irse de vacaciones y descansar, por lo que calles estaban prácticamente vacías. Sea cual sea el momento, es un lugar muy especial y os recomiendo callejear y descubrir otros puntos de interés como la Plaza Mayor, la Plaza de San Isidro, donde se encuentra el Palacio Episcopal, o la Plaza de San Juan.

Si tenéis tiempo, podéis incluir una pequeña visita al Pou de Gel, o la Poza de Hielo de Solsona, situada a la entrada de la ciudad. Esta estructura sirvió para almacenar el hielo desde su construcción en el siglo XVII hasta la aparición de sistemas de refrigeración modernos en el S.XIX.

Esta visita (al igual que las del día siguiente) la hicimos de forma guiada con Solsona Experience, a quienes os recomiendo con creces – Nuestros guías, Aina y Pau fueron súper agradables y unos grandes embajadores de la comarca 🙂

Después de una copiosa cena, descansamos a unos metros del casco histórico de Solsona, en el Hotel Sant Roc .

Día 2: Olius, Sant Llorenç y El Miracle

Olius

Comenzamos nuestro segundo día en el Solsonés dirigiéndonos al complejo monumental de Sant Esteve de Olius, a apenas 10 minutos de Solsona. Allí se encuentra la iglesia de Sant Esteve de Olius con su altar dedicado a San Esteban y una increíble cripta prerrománica que parece sacada de un episodio de Juego de Tronos.

Cripta de Sant Esteve d’Olius

A su alrededor se encuentra un campo con más de 150 silos ibéricos, los cuales se utilizaban para almacenar el grano y datan de alrededor del 300 a.C.

Y cruzando la carretera, encontramos el curioso Cementerio Modernista de Olius, diseñado por Bernardí Martorell en 1905. Sin duda os recomiendo visitarlo, ya que es un lugar con una arquitectura muy curiosa que combina las rocas del entorno con la influencia de Gaudí.

La iglesia de Sant Esteve de Olius sólo abre para misas los domingos, así que una vez más es recomendable contratar una visita guiada para poder conocer su interior y de paso aprender más sobre la historia del lugar.

Sant Llorenç de Morunys

Una vez terminada la visita, nos dirigimos por nuestra cuenta a Sant Llorenç de Morunys, un pequeño pueblo a unos 20km al norte de Solsona y Olius. Allí, tuvimos la suerte de conocer a Clara, que un día dejó su vida como arquitecta en la ciudad para mudarse a una preciosa casa en Sant Llorenç y abrir su propia quesería, Vallette. Fue una maravilla poder ver su proceso de trabajo, conocer su historia, y compartir unos deliciosos quesos con ella en el jardín.

Después de un delicioso almuerzo en el Restaurante 9 Llohis, dimos un pequeño paseo por Sant Llorenç de Morunys. Muy recomendable visitar su iglesia parroquial, lo que fue en su día el Monasterio de San Lorenzo, con un espectacular retablo barroco dedicado a la Mare de Déu dels Colls (considerado el más importante de Cataluña) y el adyacente claustro.

Santuari del Miracle

Por la tarde, nos encontramos de nuevo con nuestro guía al sur de Solsona, en el Santuari del Miracle. Este enclave tiene una historia muy curiosa, y es que se construyó después de que dos pastorcillos asegurasen que se les había aparecido la virgen en 1458. La gente empezó a acudir al lugar donde había ocurrido el «milagro», y de ahí surgió su nombre.

Hoy en día este complejo está gestionado por la comunidad benedictina de Montserrat, y está formado, entre otros edificios, por un monasterio y una iglesia inacabada en la que podemos admirar otro impresionante retablo barroco. A pocos metros se encuentra también una capilla de 1600 que dice encontrarse en el lugar donde desapareció la virgen. Aquí se pueden leer las palabras que dijo la virgen a los pastorcillos, que son, cuanto menos, inquietantes…

Algo muy curioso también es que el Santuario del Miracle hay viñas, y en sus bajos una bodegael Celler del Santuari del Miracle – donde su dueño, Jordi, nos ofreció una cata de algunos de sus vinos. ¡Una experiencia única!

Después de esta última visita del día, nos dirigimos a nuestra siguiente parada, la ciudad de Cardona, donde pasaríamos dos noches. La primera de ellas, nos alojamos en el Hotel Bremon , un antiguo colegio de monjas convertido en un agradable hotel boutique en pleno centro de la ciudad, donde nos trataron genial y que sin duda os recomiendo.

Dia 3: Descubriendo Cardona

Cardona

Situada en la comarca del Bages (Barcelona) y con apenas 4500 habitantes, Cardona esconde tres auténticas joyas y dedicamos este día para explorarlas a fondo

La primera es la Montaña de Sal. Esta formación de casi 2km de longitud es, como su nombre indica, una enorme montaña de cristales de sal. Fue una explotación minera de la que se extrajo potasa a lo largo del siglo XX, y aunque la mina ya no está en funcionamiento, hoy en día se puede hacer una interesantísima visita guiada por sus túneles que os dejará boquiabiertos. Sin duda es algo único en Europa, y mi niña interior (que es una friki de la geología) estuvo alucinando toda la visita.

Lo siguiente que no podéis perderos es el centro histórico de Cardona. Aunque pequeña, esta ciudad es muy encantadora, con sus callejuelas y fachadas de piedra que te transportarán al Medievo. Visita la gótica Iglesia de San Miguel y acércate a probar sus dulces típicos a la Pastisseria Montserrat.

Y por último, e imposible de ignorar en lo alto de una colina, está el Castillo de Cardona. Este recinto fortificado data del siglo IX y el acceso es gratuito. Si no quieres subir andando desde el centro de Cardona, puedes subir en coche. Hay aparcamiento gratuito y sólo tendrás que subir una pequeña cuesta para llegar a la entrada.

Algo muy curioso del Castillo de Cardona es que hoy en día está habilitado como Parador Nacional de Turismo, así que puedes alojarte en su interior. Nosotros tuvimos la suerte de pasar una noche en el Hotel Parador de Cardona y la experiencia fue una maravilla. ¿Cuántas veces puede uno decir que ha dormido dentro de un castillo medieval?

Para almorzar, este día salimos al Restaurante Santa Llúcia, en Navès, y cenamos de vuelta en el Parador, en un precioso salón medieval (muy recomendable).

Dia 4: Vinos y misterios en el Bages

Abadal

La comarca del Bages es conocida, entre otras cosas, por sus vinos, así que empezamos este día aprendiendo sobre ellos con una visita a las Bodegas Abadal, donde pudimos disfrutar de un brunch y catar algunos de sus vinos, incluido el más famoso – el 3.9

El Moyanés

Después de un almuerzo ligero en Abadal, nos escapamos unas horas a otra comarca adyacente, el Moyanés. Allí, nos acercamos primero a otro de los puntos favoritos de este viaje: el Parque Prehistórico de las Cuevas del Toll. Con más de 38 millones de años de historia y 50.000 restos prehistóricos encontrados, la Cueva del Toll es una de las más ricas en fauna del Cuaternario de toda Europa: en ella se han recuperado restos de especies como el hipopótamo lanudo o el oso de las cavernas. La entrada cuesta 7,10€ e incluye una visita guiada por las cuevas y la entrada al Museo Municipal de Moyá.

Desde allí, y continuando en el Moyanés, nos dirigimos a L’Estany, una pequeña localidad de menos de 400 habitantes en la que se encuentra el Monasterio de Santa María de l’Estany con su precioso claustro del S.XIII. Después de visitarlo, pasamos un rato con la gente del pueblo aprendiendo a jugar a los bitlles (o bolos) catalanes. ¡Toda una experiencia!

Terminamos la jornada de vuelta en el Bages, con una actividad al puro estilo «murder mistery» en Món Sant Benet (Sant Benet de Bages). Una forma diferente de explorar este monasterio convertido en hotel, buscando y recopilando pistas por todos sus rincones. Si eres un pro de las escape rooms o te lo tomas muy en serio se te quedará algo corta (nosotros nos pusimos demasiado competitivos así que nos sobró tiempo para explorar el lugar), pero es ideal para hacer en familia o con más calma.

Para esta última noche del viaje, cenamos y descansamos en el Hotel Urbisol.

Dia 5: Mura y las tinas del Flequer

Valle del Flequer

Comenzamos el día con una excursión para conocer las tinas del Valle del Flequer (El Pont de Vilomara i Rocafort). El Bages fue la comarca con más viña de Cataluña durante la segunda mitad del siglo XIX, cuando los agricultores locales aprovecharon la epidemia de filoxera en Francia para producir más vino en esta zona. Para aprovechar mejor el terreno, se construyeron bancales hechos de piedra seca, que creaban terrazas y permitían plantar más vides en las laderas de la montaña. Debido al terreno y a las distancias era imposible exportar la uva sin procesar, ya que se fermentaba por el camino, así que se construyeron tinas junto a las viñas para crear y almacenar el mosto in situ. Desgraciadamente, con la llegada de la filoxera en 1890, todos estos viñedos murieron y dejaron de utilizarse. Hoy en día, en el Valle del Flequer aún se conservan infinidad de bancales y más de 300 tinas del S. XIX, todos en magnífico estado de conservación y realizados con piedra seca, una técnica considerada patrimonio de la UNESCO. Se pueden visitar realizando una excursión bastante sencilla desde el Párking de Ca n’Oristrell, o como parte de una visita guiada.


Si vais a visitar el Valle del Flequer, es importante que sepáis que esta zona de bosque se quemó en un incendio en 2022, por lo que la fauna y flora están en proceso de regeneración.

A continuación, visitamos la Casa Museo Molí del Mig, un molino cuyas primeras referencias datan del siglo XI y en el que se produjeron aceite, harina y vino hasta mediados del siglo XX. Aquí Pere, su propietario (que también nos llevó a las otras dos visitas del día) ofrece visitas guiadas muy interesantes en las que podéis aprender más sobre la historia de la región y el funcionamiento del molino. Terminamos la experiencia catando algunos vinos y probando la ratafía, el licor típico del Bages. Podéis leer más sobre el molino y reservar una visita aquí.

Mura

Terminamos nuestra visita con un paseo por las pintorescas calles de Mura, uno de los pueblos más bonitos de Cataluña y el broche de oro perfecto para este viaje.
Si lo visitas, te recomiendo mucho almorzar en Cal Carter, un restaurante familiar con una carta espectacular y que trabaja con productos de proximidad. Todavía se me hace la boca agua pensando en esos garbanzos con cococha de bacalao…

¡Y hasta aquí nuestro viaje por el Solsonés y el Bages! Si te ha resultado interesante y quieres saber más sobre el Grand Tour de Catalunya, te dejo aquí la web oficial con toda la información. Recuerda que nosotros realizamos parte del tramo 1, ¡pero hay otros 4 más por descubrir!
También puedes ver mis historias destacadas y un reel recopilatorio del viaje en mi perfil de Instagram.
Gracias a la Agencia Catalana de Turismo por invitarnos, a mi querido amigo Jaime por ser mi acompañante, a Jaume de Creative Rural por hacer posible esta experiencia…
¡Y a ti por leerme! Hasta pronto 🙂

¡Deja un comentario!

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Mi libro: